Con la participación de reconocidos investigadores nacionales e internacionales, también de personas de las comunidades peteneras de Dolores, Socotzal, El Caoba y Uaxactúin y con el Ministerio de Cultura y Deportes, se informó sobre el importante hallazgo arqueológico en Tikal, Petén; donde se descubrió un altar decorado con murales teotihuacanos, confirmando la interacción sociopolítica y cultural entre los Mayas y Teotihuacán.
La cultura teotihuacana fue una de las más importantes civilizaciones precolombinas mesoamericanas. Surgió en el noreste del valle de México, alrededor de la ciudad de Teotihuacán y su esplendor fue entre 200 d. C. y 550 dc.
La estructura, se distingue por su arquitectura talud-tablero y sus murales bien conservados, únicos en la región. El altar presenta figuras antropomorfas con tocadas de borlas, un rasgo característico de Teotihuacán, reforzando la hipótesis de que este grupo tuvo un papel significativo en la vida política y ritual de Tikal.
Los estudios revelan que el Grupo 6D-XV fue habitado por individuos con fuertes vínculos con Teotihuacán, quienes no sólo trajeron sus tradiciones funerarias y arquitectónicas, sino que también manifestaron su propia identidad cultural en un espacio clave dentro de Tikal.




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